Cuando usted tenga alrededor de 15 semanas de embarazo, su doctor puede recomendarle una amniocentesis. La amniocentesis es una prueba que detecta o descarta ciertos desórdenes congénitos en el feto. Ésta igualmente valora la madurez de los pulmones, para saber si el feto puede soportar un parto anticipado. Usted también puede descubrir el género del bebé.
Los doctores generalmente recomiendan la amniocentesis, a mujeres que tienen un riesgo mayor de dar a luz un bebé con desórdenes específicos, incluyendo aquéllas que:
Los doctores también recomiendan la amniocentesis a las mujeres con complicaciones en el embarazo, tales como incompatibilidad Rh, las cuales requieren un parto anticipado.
La amniocentesis se realiza en una sala de exploración, ya sea con o sin anestesia local. Normalmente, ésta toma sólo unos minutos, durante los cuales usted debe estar acostada muy quieta. Un técnico localiza su feto a través de un ultrasonido. Utilizando el ultrasonido para guiarse, su doctor inserta cuidadosamente una aguja hueca y larga, pero delgada, a través de su abdomen y dentro del saco amniótico. Usted debe recibir inmunoglobulina Rh (RHIG) al momento de la amniocentesis, si es una paciente con intolerancia al Rh-negativo.
Luego, el doctor extrae cerca de cuatro cucharaditas de líquido amniótico. Este líquido contiene células fetales, las cuales un técnico cultiva y analiza en un laboratorio. Los resultados de la prueba generalmente están disponibles en dos a tres semanas.
Después de la amniocentesis, los doctores le recomiendan que repose y evite el esfuerzo físico (como cargar). Si usted experimenta cualquier complicación después del procedimiento, incluyendo calambres abdominales, filtración de líquido, sangrado vaginal, o signos de infección, llame inmediatamente a su doctor.
Después de la amniocentesis, existe entre 0.25% y 0.50% de riesgo de aborto, y un riesgo muy leve de infección uterina (menor del .001%).
En la mayoría de los casos, los resultados de su prueba estarán disponible en dos semanas. Su doctor le explicará los resultados y, si se diagnostica un problema, le informará acerca de la interrupción del embarazo o la mejor forma de cuidar de su bebé después del nacimiento.
La amniocentesis detecta o descarta el síndrome de Down, causante del discapacidad intelectual, los defectos congénitos del corazón, y características físicas tales como pliegues de la piel cerca de los ojos. La amniocentesis también detecta los defectos del tubo neural, como la espina bífida. Los bebés que nacen con espina bífida, tienen una columna vertebral que no cerró adecuadamente. Las complicaciones serias de la espina bífida pueden incluir parálisis de las piernas, defectos de los riñones y vejiga, hinchazón del cerebro (hidrocefalia) y discapacidad intelectual.
Si su embarazo se complica con una condición como la incompatibilidad Rh, su doctor puede valerse de la amniocentesis para descubrir si los pulmones de su bebé están lo suficientemente desarrollados como para soportar un parto anticipado.
