Ojos llorosos
Epífora; Lagrimeo - aumentoLos ojos llorosos significan que usted tiene demasiadas lágrimas dentro y saliendo de los ojos. Las lágrimas ayudan a mantener la superficie del ojo húmeda y eliminan partículas y cuerpos extraños presentes allí.
Causas
Los ojos siempre contienen lágrimas producidas por las glándulas lagrimales, situadas justo encima de los ojos. Estas lágrimas salen de los ojos a través de un pequeño agujero en la esquina del ojo llamado conducto lacrimógeno (conducto nasolagrimal).
Las causas de los ojos llorosos son:
- Alergia al moho, la caspa, el polvo
-
Blefaritis (inflamación a lo largo del borde del párpado)
Blefaritis
La blefaritis se manifiesta por inflamación, irritación, comezón y enrojecimiento de los párpados. Esto ocurre con más frecuencia en el borde del pá...
Lea el artículo ahora Marcar el artículo como favorito - Obstrucción del conducto lacrimógeno
-
Conjuntivitis
Conjuntivitis
La conjuntiva es una capa transparente de tejido que recubre los párpados y cubre la esclerótica del ojo. La conjuntivitis ocurre cuando la conjunti...
Lea el artículo ahora Marcar el artículo como favorito - Contaminación o productos químicos en el aire o el viento
- Luz brillante
- Eversión del párpado hacia adentro o hacia afuera
- Algo en el ojo (como polvo o arena)
- Raspadura en el ojo
- Infección
- Pestañas que crecen hacia adentro
- Irritación
El aumento del lagrimeo sucede a veces con:
- La fatiga ocular
- La risa
- El vómito
Vómito
Náuseas es la sensación de tener ganas de vomitar. Con frecuencia se la denomina "estar enfermo del estómago". Vomitar o trasbocar fuerza los conten...
Lea el artículo ahora Marcar el artículo como favorito - El bostezo
Bostezo
Bostezar es abrir involuntariamente la boca y realizar una inhalación profunda y prolongada de aire. Esto se hace con mayor frecuencia cuando usted ...
Lea el artículo ahora Marcar el artículo como favorito
Una de las causas más comunes del exceso de lagrimeo es la resequedad en los ojos. La resequedad hace que los ojos se tornen molestos, lo que estimula al organismo a producir demasiadas lágrimas. Una de las principales pruebas para diagnosticar el exceso de lágrimas es verificar si los ojos están demasiado secos.
Resequedad en los ojos
Usted necesita las lágrimas para humectar los ojos y para eliminar partículas que se hayan metido. Una película lagrimal sana en el ojo es necesaria...
Lea el artículo ahora Marcar el artículo como favoritoCuidados en el hogar
El tratamiento depende de la causa del problema. Por lo tanto, es importante determinar la causa antes de automedicarse en el hogar.
Cuándo contactar a un profesional médico
El lagrimeo muy pocas veces es una urgencia. Usted debe buscar ayuda de inmediato si:
- Un producto químico ingresa al ojo
- Tiene dolor intenso, sangrado, pérdida de la visión
- Tiene una lesión grave en el ojo
Igualmente, póngase en contacto con su proveedor de atención médica si tiene:
- Un rasguño en el ojo
- Algo en el ojo
- Ojos rojos y dolorosos
- Mucha secreción proveniente del ojo
- Lagrimeo prolongado e inexplicable
- Sensibilidad alrededor de la nariz o los senos paranasales
Lo que se puede esperar en el consultorio médico
Su proveedor le examinará los ojos y le hará preguntas acerca de la historia clínica y los síntomas. Las preguntas pueden ser:
- ¿Cuándo comenzó el lagrimeo?
- ¿Con qué frecuencia se presenta?
- ¿Afecta ambos ojos?
- ¿Tiene problemas de visión?
- ¿Usas lentes de contacto o gafas?
- ¿El lagrimeo sucede después de un evento estresante o emocional?
- ¿Tiene dolor ocular u otros síntomas, como dolor de cabeza, nariz tapada o rinorrea o dolores musculares o articulares?
- ¿Qué medicamentos toma?
- ¿Sufre de alergias?
- ¿Recientemente se lastimó el ojo?
- ¿Qué parece ayudar a detener el lagrimeo?
Su proveedor puede ordenar exámenes para ayudar a determinar la causa.
El tratamiento depende de la causa del problema.
Referencias
Borooah S, Tint NL. The visual system. In: Dover AR, Innes JA, Fairhurst K, eds. Macleod's Clinical Examination. 15th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2024:chap 8.
Olitsky SE, Marsh JD. Disorders of the lacrimal system. In: Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ, Shah SS, Tasker RC, Wilson KM, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 21st ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 643.
Örge FH. Examination and common problems in the neonatal eye. In: Martin RJ, Fanaroff AA, Walsh MC, eds. Fanaroff and Martin's Neonatal-Perinatal Medicine. 11th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 95.
Seller RH, Symons AB. Vision problems and other common eye problems. In: Seller RH, Symons AB, eds. Differential Diagnosis of Common Complaints. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2018:chap 34.
-
Anatomía interna y externa del ojo - ilustración
La córnea permite que la luz penetre en el ojo. A medida que la luz pasa a través del ojo, el iris cambia su forma al expandirse y permitir que pase más luz o al contraerse y permitir que pase menos luz para cambiar el tamaño de la pupila. Posteriormente, el cristalino cambia de forma para permitir un enfoque cuidadoso de luz en la retina. La luz excita los fotoreceptores que, paulatinamente, mediante un proceso químico, transmiten señales nerviosas al cerebro a través del nervio óptico. Finalmente, el cerebro procesa estos impulsos nerviosos y los traduce en forma de visión.
Anatomía interna y externa del ojo
ilustración
-
Anatomía interna y externa del ojo - ilustración
La córnea permite que la luz penetre en el ojo. A medida que la luz pasa a través del ojo, el iris cambia su forma al expandirse y permitir que pase más luz o al contraerse y permitir que pase menos luz para cambiar el tamaño de la pupila. Posteriormente, el cristalino cambia de forma para permitir un enfoque cuidadoso de luz en la retina. La luz excita los fotoreceptores que, paulatinamente, mediante un proceso químico, transmiten señales nerviosas al cerebro a través del nervio óptico. Finalmente, el cerebro procesa estos impulsos nerviosos y los traduce en forma de visión.
Anatomía interna y externa del ojo
ilustración
Actualizado: 11/6/2023
Versión en inglés revisada por: Neil K. Kaneshiro, MD, MHA, Clinical Professor of Pediatrics, University of Washington School of Medicine, Seattle, WA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.