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Ciática

Neuropatía - nervio ciático; Disfunción del nervio ciático; Lumbago - ciática; Dolor de la espalda baja - ciática; Radiculopatía lumbar - ciática

Se refiere a dolor, debilidad, entumecimiento u hormigueo en la pierna. Es causada por lesión o presión sobre el nervio ciático. La ciática es un síntoma de otro problema de salud. No es una enfermedad por sí sola.

Causas

La ciática ocurre cuando hay presión en o daño al nervio ciático. Este nervio comienza en la región lumbar y baja por la parte posterior de cada pierna. Este nervio controla los músculos de la parte posterior de la rodilla y región inferior de la pierna. Igualmente proporciona sensibilidad a la parte posterior del muslo, parte de la región inferior de la pierna y a la planta del pie.

Las causas comunes de ciática abarcan:

Los hombres entre 30 y 50 años son más propensos a desarrollar ciática.

Síntomas

El dolor ciático puede variar ampliamente. Puede sentirse como un hormigueo leve, dolor sordo o una sensación de ardor. En algunos casos, el dolor es tan intenso que imposibilita el movimiento de la persona.

El dolor ocurre más a menudo en un costado. Algunas personas presentan dolor agudo en una parte de la pierna o la cadera y entumecimiento en otras partes. El dolor o el entumecimiento también se puede sentir en la parte posterior de la pantorrilla o en la planta del pie. La pierna afectada puede sentirse débil. Algunas veces, el pie queda atrapado en el suelo al caminar.

El dolor a menudo comienza lentamente. Puede empeorar:

  • Después de pararse o sentarse
  • En ciertos momentos del día como en la noche
  • Al estornudar, toser o reír, especialmente si es causado por un disco herniado
  • Al doblarse hacia atrás o caminar más de unas cuantas yardas, especialmente si es causado por estenosis raquídea
  • Al hacer esfuerzo o retener el aliento como cuando defeca

Pruebas y exámenes

El proveedor de atención médica llevará a cabo un examen físico. Este puede mostrar:

  • Debilidad al flexionar la rodilla
  • Dificultad al doblar el pie hacia dentro o hacia abajo
  • Dificultad al caminar sobre los dedos de sus pies
  • Dificultad para agacharse hacia adelante o hacia atrás 
  • Reflejos anormales o débiles
  • Pérdida de la sensibilidad o entumecimiento
  • Dolor al levantar la pierna estirada mientras está en la mesa de exploración

Los exámenes con frecuencia no se necesitan, a menos que el dolor sea intenso o duradero. Si se ordenan, pueden incluir:

Tratamiento

Debido a que la ciática es un síntoma de una afección médica más específica, la causa subyacente debe identificarse y tratarse.

En algunos casos, no se requiere ningún tratamiento y la recuperación ocurre por sí sola.

El tratamiento conservador (no quirúrgico) es mejor en muchos casos. Su proveedor puede recomendar los siguientes pasos para calmar los síntomas y reducir la inflamación:

  • Tomar analgésicos de venta libre como ibuprofeno (Advil, Motrin IB) o paracetamol (Tylenol).
  • Aplicar calor o hielo en el área que presenta el dolor. Pruebe con hielo durante las primeras 48 a 72 horas, luego use calor.

Las medidas para cuidar de la espalda en la casa pueden incluir:

  • El reposo en cama NO se recomienda.
  • Se recomienda hacer ejercicios para la espalda en una fase temprana para fortalecer la espalda.
  • Comience a hacer ejercicio de nuevo después de 2 a 3 semanas. Incluya ejercicios para fortalecer su abdomen y mejorar la flexibilidad de su columna vertebral.
  • Reduzca su actividad durante los primeros dos días. Luego, lentamente empiece sus actividades usuales.
  • No levante objetos pesados ni tuerza su espalda durante las primeras 6 semanas después de que el dolor empieza.

Su proveedor también puede recomendar la fisioterapia. Los tratamientos adicionales dependen de la afección que esté causando la ciática.

Si estas medidas no ayudan, su proveedor puede recomendar inyecciones de ciertos medicamentos para reducir la inflamación alrededor del nervio. Se pueden recetar otros medicamentos para ayudar a reducir los dolores punzantes debidos a la irritación del nervio. 

La neuralgia puede ser muy difícil de tratar. Si usted tiene problemas continuos de dolor, tal vez necesite ver a un fisiatra (especialista en rehabilitación) o un especialista en dolor para garantizar que tenga acceso a la más amplia variedad de opciones de tratamiento.

Se puede hacer una cirugía para aliviar la compresión de los nervios espinales, sin embargo, usualmente es el último recurso para el tratamiento.

Expectativas (pronóstico)

Con frecuencia, la ciática mejorará por sí sola; sin embargo, es común que reaparezca.

Posibles complicaciones

Las complicaciones más serias dependen de la causa de la ciática, como hernia de disco y estenosis raquídea. La ciática puede llevar a desarrollar un entumecimiento o debilitamiento permanente en la pierna.

Cuándo contactar a un profesional médico

Comuníquese con su proveedor inmediatamente si usted tiene:

  • Fiebre inexplicable con dolor de espalda
  • Dolor de espalda después de un golpe o caída fuerte
  • Enrojecimiento o hinchazón en la espalda o la columna
  • Dolor que baja por las piernas por debajo de la rodilla
  • Debilidad o entumecimiento en glúteos, muslos, piernas o pelvis
  • Ardor con la micción o sangre en la orina
  • Dolor que es peor cuando usted se acuesta o que lo despierta por la noche
  • Dolor intenso que no le permite estar cómodo
  • Pérdida del control de esfínteres (incontinencia)

También comuníquese con su proveedor si:

  • Ha estado bajando de peso involuntariamente (no a propósito)
  • Usa esteroides o fármacos intravenosos
  • Ha tenido dolor de espalda antes, pero este episodio es diferente y se siente peor
  • Este episodio de dolor de espalda ha durado más de 4 semanas

Prevención

La prevención varía según la causa del daño al nervio. Evite permanecer sentado o acostado por tiempo prolongado con presión sobre los glúteos.

Tener una espalda y músculos abdominales fuertes es importante para evitar la ciática. A medida que envejece, es una buena idea hacer ejercicio para fortalecer los músculos abdominales.

Referencias

Ibrahim M, Hurlbert RJ. Nonsurgical and postsurgical management of low back pain. In: Winn HR, ed. Youmans and Winn Neurological Surgery. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2023:chap 312.

Marques DR, Carroll WE. Neurology. In: Rakel RE, Rakel DP, eds. Textbook of Family Medicine. 9th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 41.

  • Nervio ciático - ilustración

    El principal nervio que baja por la pierna es el ciático. El dolor asociado con este nervio generalmente se origina en la parte superior a lo largo de la médula espinal cuando las raíces nerviosas se comprimen o dañan a causa del estrechamiento de la columna vertebral o por el desplazamiento de un disco. Los síntomas pueden incluir hormigueo, entumecimiento o dolor que se irradia a los glúteos, piernas y pies.

    Nervio ciático

    ilustración

  • Cola de caballo - ilustración

    La médula espinal termina en el área lumbar y continúa a través del canal vertebral como nervios espinales. Debido a la semejanza con la cola de un caballo, la agrupación de estos nervios en el extremo de la médula espinal se denomina cauda equina (cola de caballo). Estos nervios envían y reciben mensajes hacia y desde las extremidades inferiores y los órganos pélvicos.

    Cola de caballo

    ilustración

  • Daño al nervio ciático - ilustración

    El nervio ciático está ubicado en la parte posterior de la pierna. Éste inerva los músculos de la parte posterior de la rodilla y parte baja de la pierna. El nervio ciático también proporciona sensación a la parte posterior del muslo, a una porción de la parte inferior de la pierna y a la planta del pie. El daño parcial del nervio puede ocasionar debilidad para flexionar la rodilla, debilidad en los movimientos del pie, dificultad para doblar el pie hacia adentro (inversión) o doblar el pie hacia abajo (flexión plantar). Los reflejos de la persona pueden ser anormales, presentando debilidad o ausencia del reflejo aquíleo. Se pueden realizar diversos exámenes para encontrar la causa de disfunción del nervio ciático.

    Daño al nervio ciático

    ilustración

  • Nervio ciático - ilustración

    El principal nervio que baja por la pierna es el ciático. El dolor asociado con este nervio generalmente se origina en la parte superior a lo largo de la médula espinal cuando las raíces nerviosas se comprimen o dañan a causa del estrechamiento de la columna vertebral o por el desplazamiento de un disco. Los síntomas pueden incluir hormigueo, entumecimiento o dolor que se irradia a los glúteos, piernas y pies.

    Nervio ciático

    ilustración

  • Cola de caballo - ilustración

    La médula espinal termina en el área lumbar y continúa a través del canal vertebral como nervios espinales. Debido a la semejanza con la cola de un caballo, la agrupación de estos nervios en el extremo de la médula espinal se denomina cauda equina (cola de caballo). Estos nervios envían y reciben mensajes hacia y desde las extremidades inferiores y los órganos pélvicos.

    Cola de caballo

    ilustración

  • Daño al nervio ciático - ilustración

    El nervio ciático está ubicado en la parte posterior de la pierna. Éste inerva los músculos de la parte posterior de la rodilla y parte baja de la pierna. El nervio ciático también proporciona sensación a la parte posterior del muslo, a una porción de la parte inferior de la pierna y a la planta del pie. El daño parcial del nervio puede ocasionar debilidad para flexionar la rodilla, debilidad en los movimientos del pie, dificultad para doblar el pie hacia adentro (inversión) o doblar el pie hacia abajo (flexión plantar). Los reflejos de la persona pueden ser anormales, presentando debilidad o ausencia del reflejo aquíleo. Se pueden realizar diversos exámenes para encontrar la causa de disfunción del nervio ciático.

    Daño al nervio ciático

    ilustración

Cuidados personales

 

Actualizado: 9/20/2022

Versión en inglés revisada por: C. Benjamin Ma, MD, Professor, Chief, Sports Medicine and Shoulder Service, UCSF Department of Orthopaedic Surgery, San Francisco, CA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.

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