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Vivir con hipoacusia

Si usted está viviendo con hipoacusia (disminución auditiva), sabe que implica esfuerzo extra comunicarse con los demás.

Hay técnicas que usted puede aprender para mejorar la comunicación y evitar el estrés. Estas técnicas también le pueden ayudar a:

  • Evitar que resulte aislado socialmente
  • Seguir siendo más independiente
  • Estar más seguro dondequiera que esté

Manejo del ambiente

Muchos factores en los alrededores pueden afectar qué tan bien usted oye y entiende lo que otros están diciendo. Estos abarcan:

  • El tipo de cuarto o espacio en el que está y la forma como esté dispuesto.
  • La distancia entre usted y la persona que habla. El sonido se desvanece con la distancia, así que usted oirá mejor si está más cerca del hablante.
  • La presencia de ruidos de fondo distractores, como calentadores o aire acondicionado, ruidos del tráfico, otras personas hablando o la radio o la televisión. Para que el discurso se escuche fácilmente, debe tener una intensidad mayor de 20 a 25 decibeles que cualquier otro ruido circundante.
  • Los pisos y otras superficies duras que provocan que los sonidos reboten y produzcan eco. Es más fácil oír en cuartos alfombrados y que tengan muebles tapizados.

Los cambios en su casa u oficina pueden ayudarle a oír mejor:

  • Verifique que haya iluminación suficiente para ver los rasgos faciales y otras señales visuales.
  • Ubique su silla de tal manera que su espalda esté ante una fuente luminosa en lugar de sus ojos.
  • Si su audición es mejor en un oído, ubique su silla de manera que la persona que habla vaya a estar con mayor probabilidad en el lado por donde escucha mejor.

Al participar en una conversación

Para seguir mejor una conversación:

  • Manténgase alerta y preste mucha atención a lo que la otra persona está diciendo.
  • Infórmele a la persona con quien esté hablando sobre su problema de audición.
  • Escuche el flujo de la conversación por un tiempo, si hay cosas que no capta al principio. Ciertas palabras o frases a menudo aparecen de nuevo en la mayoría de las conversaciones.
  • Si se pierde, detenga la conversación y pida que le repitan algo.
  • Utilice una técnica llamada lectura del habla para ayudarle a entender lo que se dice. Este método consiste en observar la cara, la postura, los gestos y el tono de voz de una persona para entender el significado de lo que se está diciendo. Esto es diferente de la lectura de labios. Es necesario que haya luz suficiente en la habitación para ver la cara de la otra persona con el fin de utilizar esta técnica.
  • Lleve una libreta de notas y un lápiz y solicite que le anoten una palabra o frase clave si no la entiende.

Qué más

Hay disponibilidad de muchos y diferentes dispositivos para ayudar a las personas con hipoacusia. Si usted está usando audífonos, las consultas regulares con audiólogos son importantes.

Las personas de su entorno también pueden aprender métodos que les ayuden a hablarle a una persona con hipoacusia.

Referencias

National Institute on Deafness and Other Communication Disorders (NIDCD) website. Assistive devices for people with hearing, voice, speech, or language disorders. www.nidcd.nih.gov/health/assistive-devices-people-hearing-voice-speech-or-language-disorders. Updated November 12, 2019. Accessed June 13, 2023.

National Institute on Deafness and Other Communication Disorders website. Age-related hearing loss (presbycusis). www.nidcd.nih.gov/health/hearing-loss-older-adults. Updated March 17, 2023. Accessed June 13, 2023.

Nieman CL, Lin FR, Agrawal Y. Geriatric otology: population health and clinical implications. In: Flint PW, Francis HW, Haughey BH, et al, eds. Cummings Otolaryngology: Head and Neck Surgery. 7th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2021:chap 133.

Oliver M. Communication devices and electronic aids to activities of daily living. In: Webster JB, Murphy DP, eds. Atlas of Orthoses and Assistive Devices. 5th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2019:chap 40.

        Cuidados personales

         

        Actualizado: 6/4/2023

        Versión en inglés revisada por: Josef Shargorodsky, MD, MPH, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore, MD. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.

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