Los niños y el duelo
Los niños reaccionan de manera diferente a los adultos cuando se enfrentan a la muerte de un ser querido. Para consolar a su propio hijo, conozca las respuestas normales a la pena que tienen los niños y las señales cuando su hijo no está haciéndole frente al dolor.
La forma como piensan los niños respecto a la muerte depende de su edad
Sirve entender cómo piensan los niños antes de hablarles respecto a la muerte. Esto es porque usted debe hablar con ellos sobre el tema a su propio nivel.
- Los bebés y niños pequeños se darán cuenta de que las personas están triste. Pero no tendrán ninguna comprensión real de la muerte.
- Los niños en edad preescolar piensan que la muerte es temporal y reversible. Pueden ver la muerte simplemente como una separación.
- Los niños mayores de 5 años están empezando a entender que la muerte dura para siempre. Pero creen que la muerte es algo que le ocurre a los demás, no a ellos mismos o a sus propias familias.
- Los adolescentes entienden que la muerte es una detención de las funciones corporales y que es permanente.
Qué se debe esperar
Es normal sentirse afligido por la muerte de un amigo o un familiar cercano. Espere que su hijo muestre una gama de emociones y conductas que puedan surgir en momentos inesperados, tales como:
- Tristeza y llanto.
- Enojo. Su hijo puede estallar en cólera, jugar muy brusco, tener pesadillas o pelear con otros miembros de la familia. Entienda que su hijo no se siente bajo control.
- Actuar como si fuera menor. Muchos niños actuarán como si tuvieran menos edad, especialmente después de la muerte de uno de los padres. Posiblemente quieran que los mezan, dormir con un adulto o se nieguen a que los dejen solos.
- Hacer la misma pregunta una y otra vez. Preguntan porque realmente no creen que haya muerto alguien que ellos aman y están tratando de aceptar lo que ha sucedido.
Lo que usted puede hacer
Tenga en cuenta lo siguiente:
- No mentir sobre lo que está pasando. Los niños son inteligentes. Ellos captan la deshonestidad y se preguntarán por qué usted está mintiendo.
- No obligue a los niños que tienen miedo a ir a los funerales. Encuentre otras maneras para que los niños recuerden y honren a los difuntos. Por ejemplo, usted puede encender una vela, orar, elevar un globo al cielo o ver fotos.
- Coménteles a los maestros del niño lo que ha pasado para que pueda tener apoyo en la escuela.
- Dele mucho amor y apoyo a los niños mientras hacen el duelo. Deje que cuenten sus historias y escuche. Esta es una manera para que los niños enfrenten el dolor.
- Dele a los niños tiempo para que hagan el duelo. Evite decirles a los niños que vuelvan a sus actividades normales sin darles tiempo para llorar. Esto puede causar problemas emocionales más tarde.
- Cuide su propia aflicción. Sus hijos acuden a usted para entender cómo manejar la pena y la pérdida.
Cuándo llamar al médico
Pídale ayuda al proveedor de atención médica de su hijo si está preocupado por él. Los niños pueden tener problemas reales con el deuelo si:
- Están negando que alguien ha muerto
- Están deprimidos y no están interesados en las actividades
- No están jugando con sus amigos
- Se niegan a estar solos
- Se niegan a asistir a la escuela o tienen una baja en el rendimiento escolar
- Están mostrando cambios en el apetito
- Están teniendo problemas para dormir
- Continúan actuando como si fueran más pequeños durante mucho tiempo
- Están diciendo que van a unirse con la persona muerta
Referencias
American Academy of Child & Adolescent Psychiatry website. Grief and children. www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/FFF-Guide/Children-And-Grief-008.aspx. Updated September 2023. Accessed April 15, 2024.
McCabe ME, Serwint JR. Loss, separation, and bereavement. In: Kliegman RM, St. Geme JW, Blum NJ, et al, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 22nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2025:chap 30.
Actualizado: 4/1/2024
Versión en inglés revisada por: Charles I. Schwartz, MD, FAAP, Clinical Assistant Professor of Pediatrics, Perelman School of Medicine at the University of Pennsylvania, General Pediatrician at PennCare for Kids, Phoenixville, PA. Also reviewed by David C. Dugdale, MD, Medical Director, Brenda Conaway, Editorial Director, and the A.D.A.M. Editorial team.